Por: Héctor Ruíz
Las administraciones públicas parecen haberse enfermado de Covid, están en terapia intensiva, y no encuentran la vacuna para curarse, urge el antídoto para salir adelante ante los nuevos retos de un mundo que cambio en poco tiempo.
Los gobiernos se quedaron atrofiados y pasmados sin saber que hacer ante un virus que cambió el estilo y forma de vida de muchos.
La negación a un problema mayúsculo ha traído como consecuencia devastadoras estadísticas de contagios y defunciones producto de Covid19. Países con líderes populistas como Estados Unidos con Donald Trump, Brasil con Jaír Bolsonaro, la India con Ram Nath Kovind, y por supuesto México con Andrés Manuel López Obrador son quienes más han sufrido las consecuencias del populismo.
Aunado a ello, en el caso de Estados Unidos, se agudizó la división social y la confrontación política, provocada en gran medida por un presidente Donald Trump que incitaba al odio, a la discriminación y a la violencia. Sin pruebas contundentes acusaba en forma irresponsable de un fraude cometido en su contra,
Redes sociales como Twitter y Facebook, así como las principales cadenas de medios de comunicación decidieron apagar el switch y dejar de transmitir sus absurdas declaraciones.
México sufre de una enfermedad similar, el presidente y su gabinete parecen vivir en otra dimensión muy diferente a la realidad del país. Tres estudios en los últimos días (Bloomberg, la Universidad Johns Hopkins y el instituto Lowy de Sídney Australia) han exhibido a México como el peor país en el trato, control y contención de la pandemia. Y sin embargo, su presidente en su papel de negar los problemas y afirmar que el tiene otros datos, declara que la pandemia está controlada.
México tiene grandes retos a corto y mediano plazo, retos que no se pueden postergar para un mayor plazo. El país vive la peor crisis económica de las últimas décadas, una tasa de desempleo brutal, la percepción y la realidad en materia de seguridad está cada día peor, ejecuciones, atentados, robos y en general hay un país incendiado producto de una inseguridad que no es exclusiva de un estado o región del país.
La negación de la realidad y los hechos no han llevado a buen puerto a este país, hay una constante incitación a la división social: fifis, neoliberales, conservadores, y medios de comunicación conservadores, son solo algunos de los adjetivos que el presidente utiliza para descalificar a quienes no piensan cómo el.
La sociedad está molesta, pero sobretodo la clase media baja y baja, pues no han encontrado cómo salir del bache de la pobreza y carencias económicas. El gobierno parece seguir en campaña política, sigue en la etapa de las promesas, y los resultados palpables y medibles aún no se ven. Para poder justificar su pobre desempeño han sacado del Chistero cosas como: yo traigo otros datos, vamos rebién, la gente está contenta, vamos a medir el bienestar de otra forma, tenemos una ciencia neoliberal, etc.
Lo cierto es que, el gobierno en México al igual que otros países se han enfermado, no saben cómo salir bien librados de este reto llamado Covid y las consecuencias que consigo trae, aunado a los problemas que antes de la pandemia se tenían, la crisis se agudizó, y las cifras no son muy alentadoras. El país está en terapia intensiva pero se niegan a creerlo.
Última actualización: 02/12/2021
